jueves, 31 de marzo de 2011

festival de málaga: día 5

Isaki Lacuesta ha sido el gran protagonista de este quinto día o, al menos, de nuestro quinto día. Empezamos la jornada con una exposición suya compuesta por una única pieza, un cortometraje documental llamado El rito, que dura unos ocho minutos. Aguantamos, dos. Narra el sacrificio-ritual de reses que lleva a cabo el imán de la mezquita de Salt (Gerona), la ciudad española con mayor porcentaje de población marroquí. Demasiado para la vista. A las 13:00h, nos acercamos al Auditorio Picasso para asistir a una masterclass suya, no del imán sino de Isaki. Versaba sobre la dirección audiovisual. Y llegamos al centro con la intención de cuestionarle el ritual terrible que acabábamos de ver. Pero no fuimos capaces. Fue tan interesante y variado y provechoso lo que expuso. Además, salimos sabiendo cómo es el cineasta que se encuentra detrás de trabajos como El rito y con las dudas con las que entramos en el auditorio, resueltas. Es un hombre que rompe moldes, las barreras preconcebidas que todos nos ponemos innecesariamente. Él las salta con una soltura inusual. A las 22:00h. le dieron un merecido homenaje en el Cervantes. Se alargó todo lo que quiso y más, e hizo subir a varios productores, a algún compañero e, incluso, a sus padres. Su objetivo era que hubiese más gente arriba del escenario que abajo. Eso confesó, entre los aplausos de un público bastante entregado para lo frio que estaba siendo.




Terminamos el día con su último trabajo estrenado, La noche que no acaba, lo que cambió Ava Gardner cuando estuvo en España y lo que evolucionó España cuando Ava estuvo entre nosotros.

Y en medio, un documental producido por Emilio Aragón. Armenio, es de una sensibilidad superlativa.


No hay comentarios:

Publicar un comentario